La neurociencia del mindfulness o atención plena
Antes de comenzar esta lectura, préstale atención a tu respiración. Préstale atención al aire fresco que entra y al aire cálido que sale. Observa cómo tu barriga se llena y cómo tu pecho se contrae de forma natural.
Enhorabuena, acabas de realizar una breve práctica de mindfulness o atención plena. Y, de acuerdo a la neurociencia, hacer esto de forma regular tiene un tremendo impacto a múltiples niveles, tal y como veremos a lo largo de este post.